He visto el brillo del dolor,
en tu mirada.
He sentido tu opaco ser,
como llanto escondido,
que clama.
El brillo de este zapato,
es el espejo de tu dolor,
tú, y tu trapo
sacando un brillo,
que jamás será tuyo.
Sírvete este exquisito,
pero amargo plato.
¡¡..Plato del dolor..!!
¡¡..Plato del dolor..!!
Las lágrimas de mi alma
desangran frente a ti,
mientras,
desesperadamente.
devoras el trigo
del mañana.
Nunca antes sentí,
la exquisitez humana
de este plato,
junto a la sonrisa
ingenua del dolor,
Adiós niño,
niño del mundo.
Oscar alvarado
Barranca 22-10-2004
hora : 1.50 p.m.
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